La oposición quiere tumbar a Nicolás Maduro sin reparar en las formas y con gran apoyo externo y de los grandes medios. Pero el chavismo está recuperando fuerzas.

Venezuela está en boca de todos los medios de comunicación del mundo desde hace algunos años. Si con Hugo Chávez el país caribeño ya era permanente noticia, tras su fallecimiento y con el recrudecimiento de los intentos (legales e ilegales) de apartar al chavismo de Miraflores, está todos los días en las primeras planas de los principales diarios internacionales, con informaciones tergiversadas y maniqueas en una proporción creciente. Venezuela se ha convertido, como lo era Cuba décadas atrás, en la nueva “mala palabra” en las relaciones internacionales, con el objetivo de fondo de forzar un cambio tras más de tres lustros de chavismo en aquel país, que termine de consolidar a la derecha regional tras su llegada a los gobiernos de Argentina y Brasil (este último, vía golpe parlamentario).