Practica la meditación
La meditación es la segunda herramienta que te recomiendo para conectar con tu esencia.
Esta práctica requiere de tiempo y dedicación, al principio nuestra mente nos juega malas pasadas porque le encanta despistarse y engancharse a los pensamientos.
Es como un caballo salvaje, hay a que aprender a domarla para poder controlarla y calmarla.
Aprender a meditar requerirá de un tiempo, fuerza de voluntad y disciplina.
Es como cuando te quieres poner en forma y te apuntas a un gimnasio.
En un día sabes que no conseguirás nada, hay que persistir un poco más de tiempo si quieres conseguir resultados.
Para empezar a meditar escoge un momento del día que puedas estar un rato tranquilo.
Lo preferible seria meditar por la mañana después de haber dormido, estarás bien descansado y así no corres el riesgo de dormirte.
Siéntate cómodamente, cierra los ojos y empieza a tomar respiraciones muy profundas.
Deberás centrarte solamente en la respiración.
Cuando tu mente empiece a generar pensamientos deberás dejarlos pasar.
Como si fueras un observador externo a ti y a tus pensamientos.
Intenta no quedarte enganchado a ningún pensamiento.