El acuerdo final “para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera” es el fruto de cinco años de, primero, diálogos secretos y, luego, negociación pública entre el Ejecutivo y la cúpula de la guerrilla más antigua del país.

Aunque es claro que buena parte de los colombianos no se leyeron las 297 páginas del acuerdo y que, en realidad, preponderará el voto emotivo más que el racional, ya llegó la hora de la verdad.