Cuando se habla del sistema financiero o de los productos financieros, muchas personas los relacionan con una cuenta de ahorros, un CDT, un préstamo o una tarjeta de crédito. Aun así y teniendo en cuenta que estos son solo algunos de los productos que ofrece el sistema financiero como alternativa de ahorro, inversión o financiación, son pocos los que conocen o hacen cuentas de cuánto le cuesta determinada decisión al colocar los recursos en uno de estos productos o al financiarse a través de una tarjeta de crédito o un préstamo para activos que no producen renta.