Generalmente cuando se piensa en un emprendedor, incluso si se busca en Google esa palabra, lo primero que aparece es la imagen de un joven de entre 25 y 35 años, probablemente universitario, y tal vez vinculado al sector de tecnologías. Es el prototipo de emprendedor heredado de Sillicon Valley.

Sin embargo, emprender no es característica exclusiva de los veinteañeros. Un estudio sobre la actividad emprendedora de América Latina y el Caribe del Global Entrepeneurship Monitor (GEM), con datos de 2015 y 2016, indica que en Uruguay la mayoría de los emprendedores comienzan entre los 35 y 44 años (19,2%). El grupo etario que le sigue es entre 25 y 34 años (18,4%), y luego quienes se encuentran entre los 45 y 54 años (13,1%).