El interés de las Universidades por fomentar el “espíritu emprendedor” de sus estudiantes aumenta de manera dire ctamente proporcional a los problemas de la tasa de desempleo, la deprivación y la pauperización de la economía global.
En todo el mundo, hay una explosión de Sesiones Picth, concursos de planes de negocios, maratones de creatividad empresarial, más, más y más (con pocas variantes verdaderamente innovadoras) cursos de formación de emprendedores y actividades para fomentar el espíritu empresarial.
Las inciertas salidas ocupacionales de las carreras universitarias —aún de las más modernas como las de diseño, o las nuevas ramas de la ingeniería y la informática— impulsan a los estudiantes a plantearse si su destino depende más de lo que hagan por sí mismos que de un diploma que les otorga su Universidad.