Entre otras cosas, el Código del Trabajo dicta que la jornada no puede exceder de 45 horas semanales, la cual no podrá distribuirse en más de 6 ni menos de 5 días. Pero ¿qué pasa si las necesidades o preferencias del trabajador son diferentes? ¿Qué pasa si las necesidades de la empresa son distintas? Lo ideal, y lo más eficiente a la hora de establecer una jornada laboral, es tomar en cuenta las necesidades (y preferencias) tanto del trabajador, como del empleador.

Lo anterior se hace, además, cada vez más factible, dado los avances tecnológicos que nos permiten conectividad sin necesidad de estar todo el tiempo de manera “presencial” en el lugar de trabajo.