Las cifras de China son arrasadoras. Durante dos décadas este país creció a un promedio de 10 %, tiene una fuerza laboral de 795,5 millones trabajadores, el desempleo es del 4 % y exporta casi US$2000 billones, datos que la convirtieron en la segunda economía del mundo, después de los Estados Unidos.

Es tal su poderío económico, que hoy lo que pasa en China se siente el resto del planeta y una muestra de ello se dio esta semana cuando las bolsas asiáticas cayeron y se llevaron consigo a las europeas, latinas y las de Estados Unidos.

Algunos dicen que si China crece el mundo respira tranquilo, pero ahora muchos tienen miedo porque esa solidez que tuvo el gigante asiático parece esfumarse y nadie quiere saber lo que un coletazo chino puede dejar en la economía mundial.

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